en un soplo

Es el mismo paseo, la misma tapia y la misma mansión en el barrio rico de mi pueblo.

Ha pasado todo un invierno como un respiro y sobre el liquen crecen nuevas hojitas rojas.

la plantita que crece entre la grama

la hierba, la sombra

y crecen las cerezas que hace poco eran flores

y la luz acaricia las hojas nuevas del roble

Hoy he comenzado mi paseo del día sobre la una de la tarde, al tiempo que el carillón del monasterio derramaba una inacabable campanada sobre la dehesa que estallaba al sol. Ahora vereis.

La mirada, el ojo, el objetivo, un disparo, otro y otro...

Sepia sobre verde

La plaza de toros en primer término, como referencia para situar la casa donde vivo ahora. El Hotel Felipe II rodeado de pinos, me indica el lugar donde nací.

trama

de sombras sobre el camino flanqueado por los enormes chopos que se visten ahora de grandes hojas para proporcionar el frescor necesario en el paseo del verano.

contraste amarillo

crece en el borde de piedra del puentecillo sobre el arroyo que viene del campo de golf, en el paseo de asfalto bajo los grandes platanos.

mancha roja

una mirada rápida, un encuadre.

un juego para regresar

A esos amigos que ya no me buscan en el ciberespacio les propongo un juego: buscar el trébol de cuatro hojas.

Humildes ofrecen al caminante esta pequeña diversión y un halito de buena suerte para el día.

Están ahí y solo hay que saludarles al pasar, y dejarles crecer, sin osar arrancarles, al lado de sus compañeros, con el mismo derecho a la vida que cada cual.