lunes, marzo 05, 2007

Se acabó

Siento un dolor intenso. Pero a la vez se que tengo que continuar. Este blog ha muerto. Te digo adiós. No se exactamente a quien me dirijo. Si a un espectro de mi misma al otro lado del espejo, si a un grupo de amigos, si hay alguien ahí... Se solo que tengo que irme de aquí.
Seguiré, no obstante, en el feldweg.

sábado, marzo 03, 2007

el dorado


Hoy el solecillo de esta primavera temprana me ha permitido descubrir el oro que brilla en la arena bajo el agua del pequeño arroyo en la Herrería. Mirando con atención he visto ese mismo brillo en todas partes. Estamos rodeados de toneladas de polvo del preciado metal.
¡Ojalá lo vean pronto los del negocio del ladrillo!
Cojerán los cedazos y dejarán en paz a los pinos.

mimetismo


jueves, marzo 01, 2007

Texturas


Soy tan afortunada de poder detenerme ante el tronco desnudo de un árbol centenario y captar esta belleza, para acto seguido contemplar el hilo de la luz que se extiende de un poste a otro y cruza la pradera. Hoy hacía bastante frío y el paseo no era precisamente agradable. Sin embargo, ya veis que he podido disfrutarlo.




rescoldos




el tendido


En medio de la dehesa, con el frío que hacía esta tarde, medito acerca de todas las sorpresas que se esconden a cada paso.

mi sombra


secuencia









al tronco casi seco de este árbol bañado por la luz le han podado algunas ramas. Me pregunto si aún le queda vida.

En la Facultad de Veterinaria

Tiene año y medio. Es hembra y atiende por Bombón. Es un dogo gigantesco que se desparrama ante la consulta del odontologo. Acude para que le apreten su aparato de ortodoncia. Hace unos cuarenta y cinco años, yo tambien esperaba en la elegante sala de espera de un dentista pionero de la técnica de enderezar la fila de dientes en un paladar estrecho. No salgo de mi asombro.
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referencias




Mi enana posa para que os percateis de las dimensiones del animalito. Lástima que no se estaban quietas y que las dueñas se impacientaban para poder lograr fotos divertidas.

Cae la noche

27 de febrero

El camino se cierra y el bosque cambia de luz y de sonido. Hay un salto tan brusco como imperceptible y es entonces cuando distingues mucho mejor el silencio que te rodea y también la voz de pájaros desconocidos y extraños que despiertan ahora. Al fondo vislumbras un incendio que te hace correr y correr porque sabes que no queda tiempo. Al llegar al recodo donde se acaban los pinos, de nuevo el cerro que ahora está envuelto en ese fuego que ni abrasa ni destruye.

















el final del día
















Una vez más ese cerro. Es muy tarde. Estoy sola en el camino, pero no tengo temor. Otra vez siento la acogedora paz del monte a esa altura, en La Penosilla.
Y sale la luna.
Y la ciudad enciende las luces.

procesionarias




un leve movimiento empuja a la penúltima y hace que la fila avance. Mi perra, que barre el suelo, las sortea con elegancia y ese trotar que ha adquirido recientemente al mejorar de su leshmaniosis.
27 de febrero

Un estruendo de vacas




Miguel hablaba de la primavera, pero hoy
es 27 de febrero aún y cuando subo al monte me encuentro a este ejemplar curioso ante mi cámara. Asciendo aún más y me encuentro otra madre alimentando a su cría.

nos quedamos sin memoria


El día 25 es domingo y llueve cuando despierto. Alguien me llama para que busque el arco iris en el cielo. Cuando llego ya no está, y tampoco queda nada del encanto que tenía antes mi pueblo.

comienza a oscurecer


y el violeta gana en el horizonte. Es el día 22 de febrero.

ya han llegado las flores